Sobre el CNI
Nuestra
historia
La historia de los Servicios secretos es tan antigua como la propia Historia. La necesidad de disponer de información para comprender la realidad o para vencer al enemigo existe desde el principio de los tiempos.
En todas las guerras se utilizaban Servicios de Información para conocer con anticipación los planes tácticos del enemigo. Las bases de lo que hoy conocemos como Servicios de Inteligencia, entonces íntimamente ligados al cuerpo diplomático, las sentaron en el siglo XV los distintos Estados italianos. Sin embargo, su desarrollo exponencial se dio fundamentalmente en el período de entreguerras y, en especial, tras la II Guerra Mundial. Tras este conflicto, el uso de los Servicios de Inteligencia se generalizó a otros ámbitos de la vida y de la sociedad, con la consecuencia de que los Servicios dejaron de tener un carácter exclusivamente militar.
En España existen numerosos antecedentes históricos del uso de la Inteligencia, entre los que destacan los vinculados a acontecimientos como la guerra de la Independencia, las guerras Carlistas o las campañas de Ultramar y de Marruecos, aunque no se mantuvo una línea de continuidad temporal.
Los inicios
- Isabel La Católica
- Carlos I de España
- Felipe II
- Juan Velázquez de Velasco
- Francisco de Quevedo
- El Marqués de la Ensenada
- Jorge Juan (Mr. Josues)

Isabel La Católica
Isabel I de Castilla (Isabel la Católica), fue una figura clave en la historia de España durante finales del siglo XV y principios del XVI.
Durante su regencia, se enfrentó a numerosos desafíos a los que hizo frente estableciendo una red de espionaje y servicios de inteligencia,
utilizando agentes secretos y diplomáticos con el fin de recopilar información sobre las intrigas políticas, las conspiraciones y los movimientos de los enemigos de la corona.
También empleó códigos secretos y técnicas de cifrado para proteger la comunicación confidencial entre sus agentes y generales en el campo de batalla.
Aprovechó su habilidad diplomática para forjar alianzas estratégicas y obtener información de fuentes extranjeras.
Siglo XV

Carlos I de España
Fue uno de los monarcas más poderosos de su tiempo. Hijo de Felipe el Hermoso y Juana I de Castilla
heredó un vasto imperio que incluía España, los Países Bajos, partes de Italia y territorios en América.
Este monarca reconoció la importancia de contar con información estratégica para enfrentarse a los desafíos políticos y militares, y mantener su dominio sobre un imperio tan extenso y diverso.
Los servicios de inteligencia de la época eran rudimentarios pero eficaces, ya que existían diversas
redes de espionaje y diplomáticos que recopilaban información sobre los movimientos de otras potencias, las intrigas políticas internas y los posibles levantamientos.
Carlos I empleó varios métodos para obtener información, incluyendo el uso de agentes secretos, la interceptación de correspondencia y el empleo de diplomáticos como espías.
Siglo XVI

Felipe II


La España de Felipe II contó con los servicios de espionaje más avanzados de su tiempo. Su extensa red de espías fue uno de los factores por los que mantuvo su estatus de potencia hegemónica. Ninguna otra nación dedicaba tantos recursos humanos y materiales a la Inteligencia.
Carnier, C, (2005), Espías de Felipe II. Madrid: La Esfera De Los Libros

Juan Velázquez de Velasco
Juan Velázquez de Velasco, quien asumió el liderazgo de los servicios secretos en 1598,
planteó a Felipe III su deseo de centralizar toda la información obtenida por los espías a su mando, con el objetivo de crear informes útiles para la toma de decisiones relevantes.
La propuesta de Velázquez fue tan exitosa que fue nombrado como “Espía Mayor”, cargo que puede considerarse como precursor lejano del actual Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Siglo XVI

Francisco de Quevedo
Francisco de Quevedo, uno de los más destacados escritores del Siglo de Oro español,
también tuvo una relación intrigante con los servicios de inteligencia, desempeñando un papel importante en el ámbito político y de espionaje de la España del siglo XVII.
Quevedo estuvo involucrado en actividades políticas y diplomáticas, y se cree que trabajó como espía para el Conde-Duque de Olivares,
el poderoso valido del rey Felipe IV de España.
Su relación con los servicios de inteligencia se evidencia en su correspondencia
y en su participación en intrigas políticas de la época, y se le atribuyen numerosos informes y conspiraciones descubiertas durante su tiempo como espía.
Sin embargo, fue encarcelado en varias ocasiones debido a sus disputas con figuras influyentes de la corte y a sus propias ambiciones políticas.
Aun así, Quevedo dejó un legado duradero tanto en la literatura como en el ámbito de la política y los servicios de inteligencia.
Siglo XVII

El Marqués de la Ensenada
El Marqués de la Ensenada, Zenón de Somodevilla y Bengoechea; como ministro de Fernando VI,
tenía como objetivo principal fortalecer la posición naval de España y contrarrestar la influencia británica en el Atlántico,
considerándolo crucial para la seguridad y el prestigio del país.
Para lograr este fin, organizó una extensa red de espionaje que operaba en las principales capitales europeas.
En su labor destaca la misión, a cargo del marino Jorge Juan, de obtener información secreta sobre las técnicas de construcción naval británicas,
que fue esencial para modernizar y fortalecer la flota española.
La red de espionaje dirigida por la Ensenada fue fundamental para obtener inteligencia estratégica sobre los movimientos y planes de otras potencias marítimas,
lo que permitió a España tomar decisiones informadas en política exterior y defensa.
Siglo XVIII

Jorge Juan (Mr. Josues)
Jorge Juan y Santacilia fue un notable científico, matemático y marino español del siglo XVIII,
conocido por su destacada labor en diversos campos del conocimiento, pero, sobre todo, por sus contribuciones a la construcción naval.
Jorge Juan y Santacilia participó en la mejora del diseño de los navíos de guerra españoles,
llevando a cabo una misión de espionaje en contra de la marina británica, recopilando información secreta sobre las técnicas de construcción naval inglesas.
A pesar de la detección de la actividad de espionaje por parte de los británicos, la misión fue un éxito y Jorge Juan logró regresar a
España con valiosa información y más de medio centenar de expertos náuticos reclutados clandestinamente.
Este éxito despertó la ira británica y desencadenó una serie de eventos políticos que llevaron a la deshonra del ministro español responsable de la misión.
El legado de Jorge Juan contribuyó al rearme naval español y demostró la importancia del espionaje en los asuntos internacionales del siglo XVIII.
Siglo XVIII